15-M La reflexión o como despertar del letargo.

Estoy comprobando como las utopías dejan de serlo y toman forma real. Me embarga una emoción poco habitual porque creo que se está gestando la movilización pacifica mas importante en la historia de España, y por primera vez siento que no es precisa una revolución, ni generar crispación para que realmente se produzca un cambio en la sociedad.

Esta es una ocasión extraordinaria para que desde todos los frentes se aborde sin paliativos las voces que se han levantado con una única exigencia, ¡DEMOCRACIA REAL! Y lo más importante, sin consignas partidistas.

Hoy, ahora, nadie puede quedarse al margen, fundamentalmente quienes tienen la oportunidad de dar a conocer un hecho social sin parangón en España. La labor periodística tiene que funcionar, al igual que las reivindicaciones, sin tintes demagogos o partidistas, con el mismo cariz y con el rigor con el que se está produciendo; fundamentalmente para que los aludidos (los políticos) no puedan dejar de lado, lo que ya es sin duda, el mayor tirón de orejas que se les puede dar, que no es otra cosa, que la incertidumbre del voto. Les guste o no, lo que esta claro en este movimiento, es que no se ha nombrado a ningún partido político, y de lo que no cabe duda en absoluto es lo que se trata de transmitir: “NO NOS REPRESENTAN”, este es el slogan que se esgrime. ¿A alguien le queda dudas de la importancia del momento?

Señores políticos: Para su malestar, por si aun no han caído en la cuenta nos estamos refiriendo a ustedes, a los que dirigen, a los que sentados placidamente debaten eternamente sobre la culpabilidad de los males de la sociedad y que sin ningún genero de dudas y sin ponerse colorados, terminan por decir: “…la culpa es suya…”; claro que siempre se refieren a los “otros”, cuan película de Amenábar se tratara. Ha llegado el momento, la hora de que, mirándose el ombligo, digan al unísono “nosotros”.

Me revuelve las entrañas ver como cada día se hace referencia a los males endémicos que nos aprisionan cada día, paro, economía, justicia, derechos. Palabras que no tienen ningún prejuicio en mal utilizar para recordarle al “otro” que por su culpa nos vemos metidos en esto. ¡Basta ya! ¡Se acabo! Ustedes, los políticos, por si no se han dado cuenta son asalariados del pueblo, si, si, asalariados, que deben desempeñar una labor tan simple (que no digo fácil, digo simple) como la de gestionar los recursos que “todos” generamos con nuestro trabajo, por ende, son asalariados, por cierto, muy bien pagados. Por lo tanto tan solo deben aplicarse en su tarea y “producir”.

Les diré algo muy fácil de entender, si en la empresa que trabajo, tengo la solución para que mi empresa gane dinero y mi única ocurrencia es la de esperar a que mis compañeros (o sea, los otros) la pongan en practica ¿saben que pasaría conmigo? Que seria uno más de las listas del paro ¿Por qué? Esta claro, porque no estaría haciendo mi trabajo y me despedirían, lógico ¿no? ¡Exacto! ¡Están despedidos, “todos”! ¡Hombre! estamos hartos de oír la misma cantinela: “…con nosotros el paro se va a terminar…”; “…nosotros tenemos las medidas económicas para salir de la recesión…”; “…nosotros no falseamos informes para asignar contratos…” etc., etc., etc. ¡Coño! Si tienen la solución al paro ¿porque no la ponen en práctica? Si saben como evitar la prevaricación ¿porque no aplican las leyes y la evitan? Si saben que se están dilapidando ingentes sumas de dinero de las arcas públicas ¿porque no lo ponen sobre la mesa y llegado el caso lo denuncian? ¿No será que lo que les cabrea es que lo hagan los “otros” y no ustedes?

Ahora toca apretarse los machos y ponerse a trabajar. No desviarse de lo que toca. Ahora toca plantearse si son realmente capaces de aportar a la empresa (la nuestra, la de todos) los remedios que nos den el valor añadido que necesita nuestra empresa, por que esta empresa tiene futuro, y sin duda alguna un potencial que ni tan siquiera (desgraciadamente) son capaces de intuir.