Esta frase, mas o menos bíblica, es la que se están tratando de aplicar la retahíla de delincuentes de “guante blanco” por decirlo suavemente, que están apareciendo cuan hongos tras la lluvia.
Ibercorp, Gescartera, Rumasa, Forum Filatelico, Afinsa, Kio, Caso Roldán, Caso Urralburu, Gürtel, Instituto Nóos, Barcenas…. ¡por Dios! en treinta años ¿no es suficiente?. Esto ya es más que suficiente. ¡Hasta aquí hemos llegado! ¡Se acabo!
No puede extrañar a nadie que nos digan que este es un “país de pandereta”. Si es que hasta para delinquir han sido unos “paquetes”, no han tenido ni gusto. Aquí en España se hacen las cosas al estilo “pueblo”, se “arrampla” con lo que se pilla y a correr. Curiosamente se ha hecho de forma tan chapucera porque por un lado se creen impunes quienes han delinquido y por otro lado pensando, que enfrente estan unos cuantos catetos de boina calada y cejijuntos que no entienden nada y además deben pleitesía al amo, como si aún estuviéramos en el medievo, algunos aún lo creen. Pero a partir de ahora esto se terminó.
Es indiferente si Rajoy se decide a hacer limpieza o sigue haciéndose el sordo, o que piense que su “mayoría” les hará inmunes y no tendrá consecuencias, como hasta ahora. Es indiferente que la familia real considere que esto ya pasará como una mala tormenta y porque “otras veces” ha sido lo mismo y no ha pasado nada. Es indiferente que la oposición al gobierno se considere la alternancia al poder y que como siempre una vez que gobiernen, llegaran a acuerdos tácitos para mantener sus chapuzas como hasta ahora, y aquí paz y después gloria y a seguir vapuleando al personal.
En España se ha vivido la dictadura mas larga de la humanidad, cuarenta años con Franco y treinta y ocho con la transición. Setenta y ocho años de represión son suficientes para cualquier sociedad más aún en una sociedad como la Española en la que la evolución y el desarrollo ha estado siempre latente. Aquí hay grandes cerebros y se van a utilizar para algo más que para tapar “chanchullos”, esto se está demostrando en el día a día en las calles y en su momento se reflejará en las urnas.
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